Meteoro, la bruja malvada… y el lobo?
Crecer es una palabra que describe el aumento de talla, de
peso (a veces de “mucho” peso)… pero no siempre indica que estamos “creciendo”
en donde es importante, que es en nuestro ser interior, antes de que se
angustien, he crecido allí también… hoy en día, pero a mis 20, pues mas era lo
que había crecido de cuerpo que de entendimiento de la naturaleza humana… (sigo
en eso…), ya había comenzado a trabajar en una empresa, a la que hoy en día le
reconozco incluso más enseñanza que a la universidad, que también había
empezado claro, y una carrera que está muy acorde con mi imaginativa y volátil
mente, Mercadeo, allí aprendí mucho sobre la forma en la que funciona el
pensamiento y sus condicionamientos, pero en mi trabajo como vendedora, me
encontré con la “praxis” de todas estas teorías, a veces uno cree que es “unico”,
pero resulta que no en vano existe el dicho que reza que “de músico, poeta y
loco, todos tenemos un poco”, los seres humanos somos “particulares” lo único
en lo que somos iguales todos es que “somos diferentes” unos
de otros, esa costumbre que tenemos como colectivo de querer generalizar o
pluralizar nos ha complicado la existencia y - este es otro tema- si nos
ponemos a analizar en general, el grueso de la constitución no bastaría para
este escrito, vamos a dejarlo solo en cuanto al tema que nos ocupa, que es lo
estereotipados que tenemos los conceptos amorosos y lo infelices que podemos
llegar a ser cuando no se sigue el libreto.
No se me vayan a asustar, les garantizo que, más adelante, habrán
besos y esas cosas, pero el caso es que entre sufrimientos (mas por situaciones
solo creadas por mi imaginación), estudios, familia, amigos y trabajo, llegue a
mis 21 años, sin un beso….(en el capítulo de “Richard” se me olvido contarles,
que su familia me invito a la graduación del hijo mayor, en la academia
militar, todo un acontecimiento familiar, y me invitan es a mí, no a la novia,
y con permiso sacado a mi madre y todo voy al mencionado evento – que estuvo
buenísimo por cierto, esas fiestas en El Circulo Militar de Maracay, eran
buenísimas- lo único malo, es que pase la mitad de la noche dando vueltas a la
piscina, pues Richard me quería besar y yo - que no podía darle mi primer beso a
un niño lindo, educado, sano y cariñoso, sino que tenía que esperar al
“príncipe azul” – el cual les recuerdo que a los 21 años aun no aparecía :-S)
si él se acercaba por la derecha de la piscina, yo salía por la izquierda y
viceversa… no era más fácil que me dejara besar?, hoy en día tendría ese hermoso
recuerdo, a una edad más decente, con una persona significativa para mi (y
quizás habría ocurrido que me enamoraba
– lo que aplica para el pavo, aplica para la pava, o no :P ) y en fin, no sonaría tan terrible
decir, mi primer beso fue a los 20….y algo, porque tampoco fue a los 21... Ni con alguien significativo….
Mi vida laboral comenzó con esta empresa de ventas de cursos
de Ingles durmiendo…. Si leyeron bien, jajajaja solo en Latinoamérica podría
ser un consorcio multimillonario una empresa que venda semejante ilusión, el adorable realismo mágico que fue es y sera parte de nuestra hermosa latinoamerica,
basada en no sé qué estudios perdidos en el tiempo sobre la capacidad de
captación de información durante las horas de sueño y pare de contar, la cosa
es que comencé en esta empresa como vendedora, salía a la calle a meterme en
edificios y oficinas para ver que flojo que soñara con aprender ingles sin
mayor esfuerzo encontraba, y no tienen idea la cantidad de estos individuo
entre flojos y soñadores existían jajajaja al punto que eran cientos las ventas que
hacia la empresa al mes y pues que tal! Descubrí una de mis virtudes, soy buena
para las ventas y con sus subidas y bajadas comencé una incipiente carrera en
el mundo del marketing directo que marcaría el resto de mi destino y de mi vida
laboral. Es allí que conozco a muchas
personas que quedarían en mi vida de
varias maneras, y en el tema romántico pues no puedo dejar de nombrar el
enamoramiento mas platónico de mi vida en la persona de mi querido jefe J.J.
Cortez, cuando cuento a los hombres de mi vida, bueno a los enamoramientos, ya
hoy en día se la enorme diferencia entre una ilusión y el amor real, el no
entra en esa lista, era la clásica admiración juvenil por el primer jefe,
varonil, ejecutivo, decidido, atractivo y siempre impecable, un protagonista de
novela de vanidades pues!!!; José Joaquín era todo eso la verdad, y siendo yo
su única vendedora directa – el resto quedaron repartidos entre gerentes y
jefes de grupo y que se yo, nunca supe porque a mí me asignaron directamente
con el Director Nacional de la empresa –desde allí también comienza una cierta
suerte agri-dulce con mis relaciones laborales y personales con los ejecutivos
de esta empresa donde permanecí por 7 años, y escale desde vendedora de calle
hasta Directora Nacional de Eventos Especiales. J.J ha sido el hombre que con
mas dulzura me tratara en mi vida hasta no hace mucho, de verdad un jefe muy
cariñoso y respetuoso, lo recordare toda la vida con mucho cariño y en especial
la reacción de todas las chicas (no irían a creer que era la única embelesada
con el jefe de novela :-P) el día que anunciaron su traslado fuera del país…
otra vez a llorar por un hombre que nunca fue…. Yo con 21 años, sin novio, sin
un primer beso, platónicamente enamorada de mi galante jefe y contando ;) …
Es así que ya con casi 22, una tarde cualquiera llego a mi
vida “literalmente” arroyándome uno de los hombres más significativos, Jose… si
solo José o Jose como siempre le dijo, este chico de brillante cabello oscuro y
los ojos mas bellamente azules que he visto, le puso rostro, cuerpo y alma al
protagonista de mis sueños, por un largo tiempo, hasta el punto en que en
realidad nunca lo olvide, y que conste en actas públicas, si quieren, que el “tampoco”
protagonizo mi primer beso, lamentable hecho que ya en unas páginas les contare.