domingo, 21 de abril de 2024

La paradoja de la vida


La vida es una danza entre la juventud y la experiencia, dos fuerzas opuestas que coexisten en un eterno equilibrio. En nuestra juventud, somos impulsados por la pasión y la energía desenfrenada, pero a menudo carecemos de la sabiduría que solo puede venir con el paso del tiempo. En cambio, cuando finalmente adquirimos esa sabiduría a través de nuestras experiencias, seguido lamentamos la pérdida de la vitalidad y la ingenuidad de nuestra juventud. 

 

Es como si estuviéramos atrapados en un eterno tira y afloja entre dos mundos: el mundo de las posibilidades ilimitadas y el mundo de las lecciones aprendidas. A medida que avanzamos en la vida, nos encontramos buscando constantemente un equilibrio entre abrazar la frescura de lo nuevo y valorar la estabilidad de lo conocido. Este dilema solo deja de serlo cuando nos damos cuenta de que “la juventud” es, más que un numero en los años vividos, un “factor X”  o sea un “no sabemos qué, pero allí esta”. Es indiscutible que el paso de los años va de la mano de cambios físicos, nuestro espíritu no sabe de edad y es allí donde se refleja realmente el autoconcepto de nuestra juventud o vejez. 


El cerebro no es el limitante, ya se sabe que las neuronas mantienen la plasticidad. Según Neurociencia.org “La plasticidad del adulto ocurre durante la edad adulta, cuando el cerebro se está reajustando para adaptarse a nuevos estímulos e información. En esta etapa, el cerebro también puede consolidar la memoria a largo plazo y aprender nuevos conceptos y habilidades” así que ya no se puede usar ese dicho “loro viejo no aprende a hablar” o se le puede aplicar a personas que, por simple flojera, decidía o miedo al cambio, prefieren no usar su plasticidad cerebral para crear nuevas conexiones y aprender no siendo esto asociado a su edad biológica sino a la espiritual, yo diría que se aprende hasta más que cuando nuestro cerebro está lleno con todas esas hormonas tan activas en la primera juventud. 


Desperdiciar un minuto de presente lamentando sucesos del pasado o preocupándote (muy distinto a ocuparte) por los del futuro es, para mí, la real demostración de vejez, quedarte estacionado en el momento real por no soltar uno ya pasado o tratar de atrapar uno que ni aun existe, eso es de los mayores signos de que se dejó la juventud, pasar el presente anhelando  y temiendo, en ese instante nuestro espíritu envejeció, pero a diferencia de los inevitables signos físicos del pasar de los años, podemos revertir en un simple y consciente acto de reflexión, toma de consciencia y acción, todas nuestras “arrugas espirituales” con un “soy dueño de mi espíritu, de mi mente, puedo de forma efectiva tomar las riendas de lo que creo, siento y pienso” y crear nuevos caminos neurales con solo atrevernos a hacer algo nuevo, salir de la zona de confort, no tener miedo o pena a preguntar y estar dispuestos a aprender y, esto lo pongo en práctica desde niña, antes de cerrar los ojos, de forma consciente, identificar que se aprendió en el día y con ello descubrir que se es joven mientras aprendamos y nos asombremos de la enorme cantidad de cosas que nos faltan por aprender. 

 

Esta paradoja nos recuerda que la vida es un constante proceso de adaptación y crecimiento, donde cada etapa tiene su propio valor y belleza única. A pesar de las aparentes contradicciones, es en la intersección entre juventud y experiencia donde encontramos el verdadero significado de nuestra existencia: en aprender a apreciar el presente mientras recordamos el pasado y miramos hacia el futuro con esperanza. 

Desde tiempos inmemoriales las personas están obsesionadas con la fuente de la eterna juventud y, como casi todo para no decir todo, muy seguramente está dentro de nosotros, pero la veremos con claridad cuando dejemos de asociar la juventud al físico y veamos que está en el espíritu y lean que no digo “alma”, de ella hablaremos en la siguiente entrada. 


Mis queridos mente polifacéticos, fueron más de 168 horas ya que nos mudamos para el domingo, día en que sé nos disfrutaremos más, así que nos leemos en 168 horas, no olviden dejar su comentario ya que amo leerlos

jueves, 11 de abril de 2024

Explorando las Fronteras de lo Absoluto: El Poder y la Percepción de las Palabras Definitivas


En el vasto paisaje del lenguaje, existen palabras que poseen un poder peculiar, capaz de pintar realidades con trazos definitivos. Palabras como "nunca", "jamás", "siempre" y otras de su estirpe, se erigen como guardianes de la certeza, del límite inquebrantable, del absoluto. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando nos aventuramos a explorar las fronteras de lo absoluto? ¿Son estas palabras realmente infalibles en su aplicación, o más bien actúan como espejismos lingüísticos que desafían nuestra percepción de la realidad? Creo que van perdiendo poder con el transcurrir de los años, no de los años de la humanidad, sino de los años personales. Puedo recordar la facilidad con la que se dice “siempre”, “nunca” y “jamás” en nuestra juventud, en esa misma época que se es idealista, que se sueña con recorrer el mundo y cambiarlo. Al pronunciar un "nunca", ¿acaso no estamos encerrando posibilidades en jaulas de acero, negando la entrada de la duda y la flexibilidad? ¿Es el "siempre" más que una promesa imposible de cumplir, una declaración de fe en la constancia eterna en un mundo de cambios y mutaciones? En un mundo donde ni una célula, ni un átomo, nada (absoluto y creo que de las muy pocas ocasiones en que es tan fácil de usar) es permanente
Las palabras absolutas nos invitan a reflexionar sobre la naturaleza misma de la verdad y la relatividad, nos desafían a cuestionar nuestros propios límites, a trascender la rigidez de lo definitivo y a abrazar la complejidad de lo ambiguo. Lo que suena como una promesa de seguridad se termina convirtiendo en eso, una cárcel, un “para siempre” dicho cegado de idealismo con la madurez se puede convertir en muchas cosas, ninguna (otro absoluto) lleva a una resolución positiva, culpa, hastiódesilusión, compromiso y, al final, siempre se termina de una u otra manera no cumpliendo el ideal. La diferencia entre los absolutos que escogemos sentir, pensar y decir y los que la vida nos muestra son completamente contrarios. 


En el arte de la comunicación, el uso de palabras absolutas puede ser un arma de doble filo entoncesPor un lado, dotan a nuestro discurso de contundencia y fuerza, pero corremos el riesgo de caer en la trampa de la simplificación excesiva, de la falta de matices y de la exclusión de verdades posibles, más posibles y viables que el siempre, nunca y jamás. Quizás, en lugar de ver a las palabras absolutas como dictadoras inflexibles, podríamos considerarlas como guías que nos invitan a explorar los límites de lo conocido, a desafiar nuestras creencias arraigadas y a abrirnos a la riqueza de lo ambiguo y lo contradictorio. Me costó mucho salir de afirmaciones y negaciones absolutas, frases como “te amare para siempre”, “nunca te dejare” el tiempo me mostro como varían las emociones, los sentimientos, los pensamientos y, en consecuencia, las acciones las cuales no siempre serán las mejores porque la carga de la culpa de no cumplir el “absoluto" no es fácil de cargar.

 

En última instancia, el uso de palabras absolutas nos recuerda que el lenguaje es un reflejo imperfecto de la realidad, una herramienta poderosa pero limitada para expresar la complejidad del mundo que habitamos y más aún del universo en nuestra mente. En nuestras manos está la responsabilidad de utilizar estas palabras con sabiduría, conscientes de su poder y de sus limitacionesojalá, palabra que amo y que significa “Dios quiera” más tempranos que tarde descubramos que lo absoluto es el cambio y que todo lo demás es un “mientras”, si, así es, mientras se sienta, mientras se cuide, mientras ocurre, mientras vivimos y las permanencias y ausencias no dependen de la palabra sino de la acción. 

 

Así, mientras nos aventuramos por los senderos de lo absoluto, recordemos siempre la fragilidad de nuestras certezas y la vastedad de lo desconocido que se extiende más allá de las palabras que pronunciamos. Nunca olvidemos que, en el universo de lo absoluto, la única constante es el cambio y la única verdad es la incertidumbre. 

 

PD. Siempre voy a amar tener un feedback de parte de mis mente polifacéticosjamás me cansaré de leerlos, nunca duden de eso. Y si me hice entender sabrán que todo esto es verdad “aquí y ahora” ¿ya leyeron el artículo de la semana pasada que habla sobre ello? ¿no?, ve lee ese primero... ah! si estas en este párrafo ya leíste este... "la paradoja de la vida", para otra entrada del blog. Nos leemos en 168 horas. 

viernes, 5 de abril de 2024

UNA PALABRA TRAS OTRA... de Juan Salvador Gaviota a Los Simpson.


Una palabra lleva a otra, o al menos eso espero en esta retomada aventura de mi querido blog "Una Mente Polifacética", gracias a todos los fieles lectores que han esperado por mucho tiempo un nuevo artículo e incluso releído varios, oigan, bueno, lean, ¡PASAMOS POR UNA PANDEMIA! Cuantas películas del final del mundo, epidemias zombis, meteoritos, invasiones extraterrestres y explosiones nucleares mundiales, incluso y como siempre, Los Simpson (siguen sin gustarme, mas no impide que vea su genialidad) tuvieron un capítulo que predijo la pandemia, lo que debería de darnos esperanzas porque Los Simpson parece que no tendrá fin, así que la humanidad tampoco (sarcasmo) en fin, los seres humanos vivimos pensando en el final de la humanidad como la conocemos, recuerdo escuchar a mi mama contar como cuando eran chicos ella y mis tíos intentaron abrir un hueco, como una especie de bunker, porque mi abuela les decía que el mundo se iba a acabar, el Ávila (hermosa montana que adorna el fértil valle de mi adorada Caracas) se iba a abrir en dos, y el mar iba a inundar Caracas, basta con estar en LGuaira y ver que desde el mar el Ávila es mucho más alto por lo que si se abriera, el mar no llegaría a Caracas, pero la imaginación del colectivo latinoamericano es asíestá llena de realismo mágico. No deja de ser verdad que para muchas personas fue mortal y muy probablemente se fueron creyendo que sus seres queridos serían los siguientes, para ellos fue ¨el fin del mundo¨, indiscutiblemente la pandemia nos cambió, nos recordó lo vulnerables que somos, a pesar de la tecnología y de los grandes descubrimientos, de la globalización y demás avances entre el siglo XIX y el XXI, somos vulnerables, somos finitos, tenemos un principio y un fin, con o sin fin del mundo, cambiemos de siglo, se acabe el calendario Maya, se cumplan o no las, muy extrañamente descifradas, profecías de Nostradamus; la mayor lección de este hito histórico (fue la primera pandemia global y además transmitida en vivo por todas las redes sociales) es que el único momento que tenemos es el que estamos viviendo justo ahora, no hay más, ¿suena repetido?, si, ¿es más real después de la pandemiaTambién. No es como que descubrimos el agua tibia, creo que más bien ahora apreciamos el agua tibia, sabemos que podría enfriarse y no volver a calentar. Amo con toda mi alma una frase de Richard Bach en Juan salvador Gaviota "y entre el Aquí y el Ahora, ¿no crees que podremos volver a vernos un par de veces?", no hay mejor momento que el ahora y no hay mejor espacio que aquí, palabras que ame desde niña pero que solo hasta el 2020 adquirieron la dimensión necesaria para incluso desacelerar mi constante ansiedad, darme cuenta que podía perder a los amores de mi vida, vivir la angustia de amistades que lo tuvieron, vivir con ellas el dolor de sus pérdidas, la angustia de que una simple salida a abastecer pudiera ser mortal para la familia y para , es algo que hoy tenemos en común absolutamente todos los que sobrevivimos, si bien la realidad de la muerte es algo que comienza en el momento en que nacemos, esta experiencia colectiva nos cambió  para siempre 

Retomar el blog entonces ha sido un proceso, mis dos hijos llegaron a la mayoría de edad, me volví una mujer soltera, mi hija vive en otra ciudad, obtuve la certificación de Locutora y estuve en la cabina de una emisora como conductora de un programa por primera vez, he estado en cabinas de radio desde mi juventud, pero esta vez yo era la designada al bate de la conducción, y me encanto, hubo cambios en mis frentes laborales y, en fin, siempre enviando artículos como "los maravillosos ciclos de 7 años" o "la divina comedia", no , un día de estos hago una encuesta a ver cuál es el que más les gusta. Yo los amo todos, cada uno ha sido, en su momento, mi obra maestra. Yo escribo con el corazón, incluso me gustaría saltarme algunas reglas gramaticales a ver si encuentro una forma única y mía de plasmar aún mejor lo que siento al escribir -botada de la real academia española en 3, 2... -ustedes se imaginan en unos años que acepten emojis en un artículo medianamente formal, les recuerdo que Bad Bunny tiene un Grammy y Queen, Sia y Jimmy Hendrix no, así que TODO ES POSIBLE. Les puedo contar que no siento ninguna necesidad de gustar, ni de ser aprobada, no siento que me pertenecen, son como mis hijos, soy solo el medio para que estén en este plano, mis hijos y mis escritos son prestados, son para que nazcan de mi vientre o mi mente y salgan a recorrer el mundo, mi mayor sueño es que mis hijos sean felices y mis escritos toquen la fibra de quienes los necesiten en su momento.  crecí con lecturas que parecían llegar a mis manos en el momento justo, preciso, me respondían preguntas, moldearon mis principios,  me consolaban, me abrían los ojos, me hacían pisar suelo o me elevaban al cielo, me hicieron y hacen llorar o reír según lo que necesite y eso no puede ser otra cosa que serendipias ¨un hallazgo valioso que se produce de manera accidental y casual¨, pero difiero de la real academia ya que culmina con ¨casual¨, sin ser una fanática ciega de ninguna seudo teoría de energías y misterios universales creo que no existe la casualidad absoluta así como tampoco la causalidad absoluta, y es que si nos metemos en lo¨absolutos¨ este articulo no termina, eso, lo dejamos para otra visita a este retomado blog y que espero les guste esta nueva Isabelmás madura, menos ansiosa, menos ingenua (si, menos y si, lamento haber perdido ingenuidad, pero crecer no es gratis, la ingenuidad es de los pagos que más se hacen para madurar) amo estar de vuelta, vamos a estar cada 7 días, si, como leen, estaremos más activos ya que esta nueva etapa tiene mucho que contar. 

Nos leemos en 168 horas. DEJEN COMENTARIOS, AMO LEERLOS.