Llega el tiempo de casarnos, empiezan las mamas con el
chiqui chiqui de ¨te vas a quedar para vestir santos¨… y si mejor nos queremos
quedar para desvestir pecadores?... cuál es el tema, a las que fueron ¨precoces¨
y a los 15 tenían novio y a los 20 estaban casadas y con hijos las criticaban,
a las que no, por lentas o por estar metidas en sus carreras o estar esperando al príncipe azul (lo de
lentas y las carreras son solo excusas, todas estábamos esperando al bendito y
aburridísimo además de mantenido príncipe este) entonces nos empiezan a
martirizar desde los 24, que donde está el novio, que si tu hermana menos ya se
caso, que la prima ya dio nietos y pare de contar, es así como muchas a falta
de príncipes azules, nos conformamos con buscar otro estereotipo bien gravado
en nuestras mentes, el Amo… si ese el de Mi Bella Genio, y bueno nos fregamos,
nos metemos a vivir con este tipo, no fue que lo escogimos, es que el nos
encontró en esa etapa justa donde sientes que tienes que ser rescatada, y como
el capitán Nelson, nos saca de nuestra botella y nos lleva a vivir a su casa
para que ¨lo hagamos feliz¨ en recompensa a habernos rescatado (de la
lengua de las abuelas, madre, vecinas que ya estaban planeando a que santo
íbamos a vestir, que si no son tan aburridas y anticuadas y nos enseñan a
desvestir pecadores seguramente no
caemos en manos de estos benditos amos que lo que hacen es aprovecharse de la
falta de experiencia y de la candidez para echarnos el lazo y listo) por arte de
magia nos volvemos amas de casa, socias comerciales sin papeles, sueldo o
repartición de ganancias, empleadas del negocio, responsables de lo que salga
mal y entre una cosa y otra hay que verse bellas y sexys para que de paso le
digan al hombre ¨pero que linda tu esposa¨ lo que más que un piropo para
nosotras es la ratificación del macho alfa que todo hombre hasta zeta, lleva
dentro. Aunque no llegamos a que el duerme en su cuarto y nosotras no dormimos en la botella (algunas se las toman
para poder soportar tal papelito en la vida de un hombre) durmiendo en la misma
cama, se puede vivir en dos planetas diferentes, lo vemos de lo más normal,
llegue a conocer algunos que casi fueron la copia de este programa, mujeres que
vivieron con hombre que ni siquiera las tocaban y ellas se desvivían por
atenderlos. Un caso un poco más común es el de caer en la versión de vida de
Hechizada, conozco a un hombre, pero tengo que aparentar lo que no soy para conquistarlo,
y luego de casados el descubre la verdad (que tenemos poderes que nos permiten
ser y hacer lo que quieramos, que conste todas tenemos ese poder, a muchos les
asusta tal capacidad y más en sus mujeres) y listo el hombre recrimina el
engaño y obliga a aparentar normalidad y bajo ninguna circunstancia deben notarte,
eres un hermoso adorno en la casa y el y solo el debe figurar… eso si de vez en
cuando puedes usar tus poderes para sacarlo de algún aprieto, pero que conste,
si quieres seguir con su adorable compañía debes permanecer bajo perfil y
ocultar quien eres en realidad, cuéntenme les parece conocido alguno de estos
estereotipos?... quizás una amiga, una hermana, una vecina… ud, yo no tengo
ningún problema en admitir que fui tanto Jenny como Samantha, la perfecta
cumplidora de deseos (no se imaginen nada sexy o no se acuerdan que Nelson no
dormía con Jenny) y la que tenía que ocultar sus capacidades y solo usarlas
para solucionar algún embrollo del hombre, años de seguir el paradigma del
matrimonio es para siempre, …. Y aun no recibí mi primer beso, es en serio,
no se rían, ese beso fue a los cuarenta y...... -no adivinarían, los reto a que lo hagan- ...
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