CANDY CANDY, LA CENICIENTA Y OTRAS SUFRIDAS HISTORIAS...
Había comenzado el segundo año de educación básica, y al
llegar a mi primer día de clases, conozco a el chico que sería el dueño de mi
corazón – o mejor dicho de mi romántico cerebro, durante 2 años, este chico, Jhonny…
algo, moreno claro, desgarbado, con la cara totalmente cubierta de acné, era el
rebelde del salón y si… ya había comenzado a ver Candy-Candy, por supuesto este
no era otro que Terry Granchester (insólito acá si recuerdo el apellido… y mas
insólito aun, aparece en facebook!!!!). Otra vez soy invisible para el chico,
claro cómo puede combinar el rebelde del salón con la cerebrito (gracias a
dios, este cerebro mío hacia algo más que fantasear en historias románticas),
es así como comienza a preocuparme como hacer que el chico me note –había
mejorado mi actitud algo en ese aspecto desde 6to grado – y no se me ocurre
otra cosa, que ser la líder estudiantil, ósea la cerebrito con titulo
certificado ante estudiantes y profesores, la responsable de planes en el
salón, la conciencia cuando querían hacer travesuras (Candy pues, la conciencia del orfanato, con una conducta perfecta...mente aburrida y con 100 enamorados pero solo existia ¨el principe de la colina - nada que ver con el romantico caballero que habita mi cerebro :p - y luego Terry osea) la que no se jubilaba, y
claro está, él a su vez era el gestor de cuanta falta colectiva planeaban, no
podíamos estar en polos más opuestos.
Es acá donde haciendo un análisis profundo de la historia que
marco esos días de mi vida, ósea Candy, me doy cuenta que estaba llena de
estereotipos, que para las niñas que la vimos, en 1, 2, 3 y pare de contar
repeticiones (hasta a mis 30 y algo vi unos cuantos capítulos en algún momento
que la retransmitieron, y confieso que estoy inscrita en varios grupos de
internet que se dedican a hacerle secuelas, dibujos y hasta cyberfestivales al
conocido comic) me doy cuenta de el reforzamiento de varios conceptos ya
adquiridos en la primera infancia gracias a los clásicos cuentos como
Cenicienta, donde la chica, huérfana (alguna similitud con Candy, les aseguro
“NO ES NINGUNA COINCIDENCIA”) más buena que el pan de horno – claro, quien dijo
que las “malas” o mejor dicho realistas, se van a quedar con el “príncipe
azul”!. Esta hermosa niña (otro estereotipo, solo las niñas lindas son protagonista
de un cuento) se pasa el día “obligada” por la madrastra y las hermanastras a
hacer los oficios de la casa, sigo sin entender porque no se iba, no recuerdo
que estuviera encadenada ni nada por el estilo; pero bueno, el caso es que,
lamentablemente, hay cadenas invisibles que logran retenernos incluso más que
unas físicas, total, es que Cenicienta, que se pasaba el día limpiando,
cocinando y si no bailando y hablando con los pajaritos- cualquier parecido con algun politico de mi pais podria no ser coincidencia es algo asi -como El Ceniciento :D - (si ese tiempo lo
hubiera invertido en aprender un oficio, se habría librado de aguantar a las “malas”,
que supongo lo hacía porque no tenía como mantenerse) en fin, la chica, soñaba
con que llegaría el príncipe azul a rescatarla de su sufrida y desdichada vida, (como aun hoy tantas mujeres sueñan con el chico perfecto que las rescata de situaciones, que en su mayoría
resolverían más rápido y mejor solas) esto me dejo
varios mensajes subliminales que
quedaron grabados en mi línea de pensamientos, el primero hay que ser lo
que la sociedad llama “bella”, lo más grave de esto, es que en el transcurso de
solo 30 años, se ha pasado por diversos gustos en cuanto a eso, es así que más
o menos para la época de Jhonny, había que ser Brooke Shields, después estuvo
Cindy Crawford, Claudia Shiffer, otra súper flaquita que no recuerdo (pero se
agravó lo de la anorexia y la bulimia entre las adolescentes… y las no tan
adolescentes). Hoy en día, pues incluso
con fastuosos y hermosos 20 años, si no tienes senos de silicón y te has
chupado 2 o 3 kilos de células grasas (si, esas mismas que necesitas para
reserva de grasa que será imprescindibles cuando estés amamantando… claro con
los ¨pechos de silicón) no eres lo que se considera “bella”, además esta
belleza debe ir acompañada de una increíble capacidad de aceptación de gente
déspota, de una bondad infinita al punto de que los animalitos se te encaramen
encima y para mas colmo debes tener la suerte de encontrarte con un hada
madrina, pues de lo contrario, ninguna de las otras 3 increíbles
características tendrá ninguna importancia, ya que bella, bondadosa y con gran
capacidad de aceptación, si no tienes una pinta y un vehículo automotor,
literalmente “no vas para el baile”!!!!. Es así que de alguna manera cumples
estas expectativas (dietas, libros de psicología, 3 trabajos para tener para
pagarte las operaciones…) y te endeudas con el turco para sacarte el vestido
perfecto, y llegas al baile (puede ser en taxi, total el de cenicienta era una
calabaza y unos ratones, un ford o un kia alquilado podrían servir :-P) y te
encuentras al tan esperado príncipe, ya medio tomado, y por supuesto, cuadrado
con alguna de las hermanastras, las cuales, llegaron temprano en su carro,
después de pasarse el día en el salón de belleza, y de paso no tienen ningún
reparo en insinuarle al “principito” que es más fácil llevárselas a la cama que
sumar 2 más 2, esto deja dos opciones, o te regresas a tu casa a llorar tirada
en la cama, o te quedas rezagada en la fiesta, a ver si antes de las 12 la niña
se le desprende del cuello al hombre y hay chance de que te vea y descubra que
sin ti no puede vivir! (cosa que tiene muy pocas probabilidades de ocurrir). En conclusión con
este galán, no se paso de una que otra mirada y en algún momento que el chico
necesitara de mi ayuda en alguna materia y yo la más feliz de ayudarlo - hasta el sol de hoy no aprendí que a los chicos les gusta las que ellos tienen que ayudar y no al revés, se busca rubia experta en hacerse la idiota para clases intensivas jajajajaja-…
mientras él se iba al patio del liceo a sacarle fiesta a las chicas “malas” o
debería decir “felices” que no andaban soñando con príncipes, sino con simpáticos
vagabundos que las hicieran reír y les dijeran el mismo piropo a todas (total
oídos que no escuchan, corazón que no siente). La tercera parte del circulo
amorosa, lo formaba Gerardo, un lindo chico natural de Colombia, estudiaba con
nosotros, aunque yo lo note como 15 días después de comenzadas las clases, era
realmente lindo, callado, muy educado, dulce, estudioso… en fin, que les puedo
decir, todo lo que no era Jhonny, pero ese era el detalle, o no?. Gerardo me
seguía como un perrito faldero por todo el liceo, me cargaba los libros, me
tomaba de la mano por cualquier excusa, me acompañaba hasta mi casa – y el
vivía al otro lado de la zona, por lo que caminaba el doble – y yo no tuve la
delicadeza de por lo menos notarlo, un buen día, el me aparta en un pasillo y
me toma de la mano y me dice “mi familia se va, me regreso a Colombia” y yo le
dije “bueno”… mientras veía como pasaba Jhonny frente al pasillo tomado de la
mano con una chica de las más terribles del salón, no atine ni a fijarme en la
mirada de Gerardo, pero desde la
experiencia en esos “dolores del corazón” que tengo ahora, sin haberla visto sé
que era de tristeza. Ese año escolar
termino, comenzó el tercero, con Jhonny en otra sección, lo que volvió la
historia de mis amores más aburrida, ya que nos veíamos poco, o mejor dicho, yo
a él, porque estaba pendiente, porque él a mi nada!. Comiencen a compadecer al siguiente... años de romance acumulado lo van a castigar... ;-D
No hay comentarios.:
Publicar un comentario